Cada mañana

Hoy, como cada mañana, me he levantado. Suelo hacerlo con una sonrisa. Tengo certezas.
La mía es la de volver a casa, a Erra, tras pasar días o semanas en la nave espacial taygeteana.
Estoy convencido de ello; aunque la Federación me quiera matar como "conditio sine quan non"  podré salir de La Tierra.

Pero... digo yo, ¿Quién les ha dado la potestad de mi vida? Sí, soy parte de la Federación, soy semilla estelar y comprendo los acuerdos pero, el alma es libre y si ésta decide irse con o sin cuerpo es decisión personal. La Tierra no tiene dueño. Son de todos aquellos serse vivos que la habitan, ella misma incluida. Ningún ser vivo tiene dueño más que él/ella mismo/a.  ¿O no estais de acuerdo, querido/s oyente/s? Supongo que sí; pero entonces, ¿Qué es eso de dar limitaciones? ¿No es acaso un tipo de esclavitud? Si, puede que firmase eso de antemano pero los contratos se pueden hacer nuevamente y yo, como ya he repetido muchas veces, revoco, elimino cualquier contrato previo que me sitúe en este planeta. Mi deseo es volver a casa. No me quiteis ese derecho, por favor.

Dejadme ser libre. Dejadme con mi libre albedrío, por favor. Nadie es dueño de mi persona, de mi alma ni de mi ser. Y menos aún de un grupo magnánimo de ellas como podría ser la "raza humana". Lo digo por eso de "Los dueños invisibles del planeta". Título que, asombrado, leí sobre la Federación de Planetas Unidos y La Tierra.

Yo pido ser extraido. Yo solicito ayuda para volver y, quién decida hacerlo será muy muy muy bienvenido; y quién no, también. Sus razones tendrá. Realmente conozco poco de allá arriba, sólo que lo nos pasa Robert, Goshia y algunos contactados por Swaruu Djedi, Aneka de Temmer y las demás hermanas/os.

Yo pido ayuda, como practicamente cada día de mi conocimiento, para hacer realidad ese sueño de estar en la cama, dentro de la nave espacial, con mis hermanos y hermanas pleyadianas/ taygeteanas. Levantarme de ella y abrazarles y besarles como si me fuese la vida en ello. Ese es mi deseo. Estar con ustesdes allá arriba. Con ese sueño vivo, imagino, sonrio, invoco, soy feliz y me acuesto y me levanto todos los días.

Porque soy libre, porque puedo y porque es mi deseo. Luego, vendrán otros asuntos que también deseo. Poco a poco lo conseguiré, lo conseguiremos. Porque somos dueños de nuestras vidas, porque es nuestra alma y la de nadie más y porque lo deseo y deseamos.

Un fuerte abrazo a todos allá donde esteis que leais esto.
Os aprecio mucho.